Cómo las redes sociales afectan la salud mental

Miguel Angel Omar Ruano Roca

Estudiante de Ingeniería en Ciencias y Sistemas - USAC

Palabras Clave:
Salud mental, redes sociales, interacciones virtuales, web, adicción, autoestima.

Según informes que presentan “We Are Social y Hootsuite” en este 2019, hasta el momento el mundo cuenta con 4.388 millones de internautas, una penetración del 57% de la población mundial [1]. Este dato sugiere la gran cantidad de personas que pueden tener acceso a algún medio de comunicación digital.

La posibilidad de estar conectado todo el tiempo, de manera instantánea, tiene efectos en una gran cantidad de comportamientos humanos, que van desde la manera en que compran, hasta la manera en la que desarrollan una relación sentimental.

Si analizamos a las redes sociales como un medio de entretenimiento, podemos llegar a la conclusión de que la forma en la que son utilizadas y la frecuencia, hace que lleguemos a pensar que es una forma de adicción para las personas.

Una adicción “del latín addictĭo, es un hábito que domina la voluntad de una persona. Se trata de la dependencia a una sustancia, una actividad o una relación” [2]. Podemos tomar de esta definición la dependencia a una actividad que desarrolla el uso de las redes sociales.

Hoy en día, las personas cuando van en el transporte público o esperan en una fila, ya no tratan de interactuar con las personas que los acompañan, simplemente se sienten más seguros hablando virtualmente con las personas que sí conocen.

Aparte de los efectos de las redes sociales en las interacciones sociales, podemos hablar también del aspecto psicológico. “En este sentido, el estar mucho tiempo apegado a algo cambia la manera en que vemos ese objeto. Nos empieza a parecer normal usar ese objeto incluso en situaciones que no parecerían normales de otra forma. Se puede hablar de baja autoestima y problemas de ansiedad” [3].

Imagen 1: Usuarios de internet a través del tiempo (Traducida) Fuente: InternetWorldStats

Las personas jóvenes siempre están pendientes del buen recibimiento de lo que publican por parte de las demás personas de su círculo social virtual. Si los seguidores de estas personas no responden como se espera, el individuo puede desarrollar problemas de autoestima al no sentirse suficientemente querido por su círculo social.

Según el artículo denominado “Desco-net-ta”, publicado en línea, la adicción a las redes sociales nos impide desconectar totalmente en vacaciones y tomarnos nuestro merecido descanso [4]. Las redes sociales han hecho que las personas no puedan tener el descanso físico y mental que necesitan, esto debido a que en los viajes se dedican a actualizar sus redes sociales en vez de concentrarse realmente en descansar.

Revisar constantemente las redes sociales puede ocasionar un sentimiento de cansancio que puede durar años, y que se sigue alimentando, debido a la adicción y al sentimiento de pérdida que ocasionan las redes sociales.

Esta situación se puede extrapolar también en la forma en la que vamos a la cama todas las noches. Ahora la mayoría de las personas consulta sus redes sociales antes de dormir, lo que ocasiona problemas en el sueño y por consiguiente baja productividad durante el día.

El exceso en el uso del mundo virtual genera cierta desconexión con el mundo real que nos rodea. Para muchas personas con miedo a las interacciones cara a cara es muy conveniente no arriesgarse y utilizar las redes sociales para este fin.

Sustituir las interacciones reales por las virtuales trae consigo muchos problemas, como lo son la falta de empatía, la falta de respeto hacia las demás personas, la incapacidad de expresar las ideas claramente, la incapacidad para establecer conversaciones e interactuar de manera física.

Todos estos problemas tienen como factor común lo siguiente: creer que las redes sociales son un escape de los problemas y la mejor forma para despejarse y entretenerse. Las personas erróneamente creen que viendo sus redes sociales se sentirán mejor para seguir con los problemas cotidianos, pero la verdad es que solo aumentan sus problemas, porque desperdician tiempo valioso que pueden estar invirtiendo en soluciones reales a sus problemas.

Todo esto considerando que las personas caen constantemente en el mismo hábito de ver sus redes sociales, aun conociendo y sabiendo que están perdiendo el tiempo, lo vuelven a hacer para sentir bienestar momentáneo.

Imagen 2: Uso global de medios digitales (Traducida) Fuente: InternetWorldStats

Con la reciente incursión de nuevas tecnologías como vídeo y mercado en línea, se hace cada vez más difícil no utilizar estos medios con fines legítimos para facilitarnos la vida. Aunque pareciera que esto es algo bueno, lo cierto es que esto aumenta considerablemente el uso diario de estas herramientas.

Una cura para este problema podría ser restringir el número de horas que pasamos revisando las redes sociales. La gravedad de los problemas descritos con anterioridad es directamente proporcional al número de horas diarias que invertimos en las redes sociales. Se deben establecer periodos razonables de tiempo y establecer un balance entre nuestros deberes y obligaciones y la comodidad de las redes sociales.

Se puede decir que el uso excesivo de las redes en sí no es malo, lo malo es que perdemos tiempo valioso que podríamos invertir en otras actividades que pueden mejorar nuestra calidad de vida, como el ejercicio o la lectura. Es importante también, no normalizar el uso excesivo de las mismas y no dejar que controlen nuestro tiempo.

Conclusiones

  • Las redes sociales pueden resultar nocivas si no se usan con sabiduría.

  • La baja cantidad y calidad del sueño se debe muchas veces al uso de las redes sociales

  • Se debe cuidar la salud mental y los efectos que las redes sociales causan en ella.

  • Estar siempre conectados pueden causar en nosotros un sentimiento de miedo y paranoia, esto debido a que, si no estamos conectados en todo momento, sentimos que estamos perdiendo notificaciones importantes. Estas notificaciones muchas veces son totalmente inofensivas y pueden ser contestadas en algún momento del día.

Referencias