Adicciones Tecnológicas

Marvin José Calderón García

Estudiante de Ingeniería en Ciencias y Sistemas - USAC

Palabras Clave:
Adicciones, Tecnología, Desorden, Conducta, Adolescentes.

En el contexto de las adicciones tecnológicas existen dos términos que es necesario comprender con exactitud: adicción y tecnología. Una adicción es una disfunción crónica del sistema cerebral que juega un papel en conjunto con la motivación y la memoria de una persona [1]. Esta disfunción actúa como una sustancia en el cuerpo que crea un sentimiento de anhelo sobre una actividad o comportamiento que por lo general hace que este sea buscado de forma compulsiva y obsesiva sin tomar en cuenta las consecuencias que puede ocasionar. La tecnología es la aplicación del conocimiento a los objetivos prácticos de la vida con el fin de manipular el entorno del ser humano haciendo uso de materiales, herramientas y técnicas con el objetivo de hacer la vida más fácil y placentera [2]. Una vez comprendidos estos dos conceptos se puede determinar que una adicción tecnológica es un tipo de comportamiento frecuente y obsesivo hacia el uso de las diferentes herramientas, plataformas o dispositivos que facilitan una tarea para el ser humano. Si bien algunas personas utilizan tecnología de forma adecuada a su realidad, otros abusan de ella afectando de forma negativa su vida cotidiana.

Imagen 1: Personas utilizando dispositivos electrónicos en actividades cotidianas del ser humano Fuente: Earlsfield Capital

Las adicciones tecnológicas forman parte de una categoría denominada “adicciones conductibles” o también “no tóxicas” [3]. Estas adicciones son tomadas en cuenta como procesos de dependencia que son parecidos a otras adicciones como a las drogas, sexo o juegos. Este tipo de desorden es causado por el uso excesivo de todos aquellos componentes electrónicos que, de una u otra forma, hacen uso de internet.

Un ejemplo de estos podrían ser los teléfonos celulares, tabletas, videojuegos en línea, redes sociales, streaming, etc. La desorganizada forma y el mal uso que se les da a estas tecnologías está relacionado principalmente con la cantidad exorbitante de horas que se le dedican durante las que se pierde toda percepción del tiempo. Puede pasar de ser unos simples minutos “revisando” las redes sociales, hasta horas perdidas por consumir contenido, que, en la mayoría de los casos, no es aprovechable ni de utilidad.

Esta adicción se ha determinado que ocurre principalmente entre la adolescencia media (entre los 14 y 18 años) y el inicio de la adultez [4]. Para identificar que una persona está sufriendo una conducta adictiva es tan fácil como notar un grupo de características de cambio. Entre ellas se encuentra: pérdida de control, falta de tolerancia, pérdida de interés por otras actividades que son de interés o que generan algún tipo de gratitud y la interferencia en el flujo de la vida cotidiana [5]. Un ejemplo que encapsula de una manera idónea esas características son los adolescentes que se vuelven adictos a los videojuegos, como por ejemplo, Fortnite. Este es un videojuego en línea desarrollado por Epic Games y lanzado en 2017 [6]. El auge de este videojuego, debido a sus llamativos personajes, modos de juego y demás, expertos en Estados Unidos han afirmado que este videojuego puede ser tan adictivo como la heroína [6]. La empresa Epic Games reveló que, durante el mes de agosto de 2019, el famoso videojuego fue jugado por casi 80 millones de personas durante ese mes [6]. Una persona que es adicta a los videojuegos, como Fortnite, tiende a perder el control cuando pierde, y esto provoca que se pierda el interés en actividades como la escuela o la relación en familia.

Imagen 2: Niño jugando Fortnite Fuente: Clínicas Neural

¿Qué hace a la tecnología ser tan adictiva?

Toda nueva tecnología representa en un adolescente el tener la capacidad de abstraer su realidad a un mundo imaginario de fantasía para ignorar su vida. A través de plataformas como redes sociales, videojuegos e internet, los adolescentes tienden a mostrarse de una forma en la que no son ellos en realidad. Esa imagen ficticia de ellos mismos llega a interpretarse como una “baja autoestima” y este puede llegar a ser un problema psicológico en potencia. Toda falta de seguridad que presente una persona en sí mismo y esta sea sustituida por las tecnologías es una clara señal de que la persona se encuentra afectada emocionalmente y eso la vuelve vulnerable ante cualquier tipo de discriminación o cualquier otro factor que afecte su entorno.

La tecnología satisface la necesidad humana natural de estimulación, interacción y cambios en el medio ambiente con gran eficiencia. Cuando los adolescentes experimentan estrés, ya sea el rechazo romántico o una mala calificación en un examen, la tecnología puede convertirse en una forma rápida y fácil de satisfacer las necesidades básicas y, como tal, puede volverse adictiva [7]. La tecnología impacta los sistemas de placer del cerebro como lo harían otro tipo de adicciones como el alcohol o las drogas. La tecnología se vuelve adictiva cuando alcanza el punto en el que destruye el aburrimiento, funciona como un tipo de bálsamo social y un escape de la realidad.

Imagen 3: Persona manifestando un tipo de frustración, el cual es provocado por la saturación de información que encuentra en la red Fuente: lasdrogas.info

Tipos de adicciones tecnológicas

Un periodista de datos británico llamado David McCandless realizó un estudio sobre los tipos de desórdenes de conducta provocados por la tecnología [8], entre los cuales se destacan los siguientes:

  • Smart Tick (Adicción al móvil): este desorden de conducta se destaca como un problema de salud social. Todos aquellos usuarios que tienen un dispositivo móvil o smartphone tienden a tener un patrón constante de revisión por nuevas notificaciones o simplemente estar conectados todo el tiempo. Esto los hace perder la noción sobre el entorno en el que se encuentran actualmente, como puede ser una reunión, una película, una comida familiar, etc.

  • Dingeing: este desorden de conducta recibe su nombre por las palabras en inglés “digital bingeing” que se refiere al uso constante del botón de encendido o desbloqueo de un móvil luego de haber pasado un tiempo sin revisarlo [8]. Se dice que el usuario atesora tanto ese momento de forma implícita que ha llegado a ser comparado como el reencuentro con un viejo amigo.

  • Backlog depresión: este desorden de conducta está orientado a todos los usuarios que tienen acceso a teléfonos móviles, tabletas y computadores. Se dice que la persona experimenta lapsos de estrés y depresión al saber que no tiene acceso a revisar sus mensajes o correos acumulados [8], lo cual incrementa todos sus niveles de ansiedad y recuperar la calma se le hace una tarea muy difícil.

  • Divorcio digital: este, en comparación con los otros desórdenes, es el más común y el que más se ve frecuentemente. Está asociado a toda aquella actividad, ya sea en pareja o en familia, en la que todos los miembros se encuentran revisando sus dispositivos móviles sin cruzar una sola palabra. Este tipo de comportamiento muestra que el revisar un dispositivo llega a ser más importante que una conversación entre personas.

Imagen 4: Familia, durante un tiempo de convivencia, utilizando dispositivos móviles Fuente: okdiario

¿Cómo prevenir las adicciones tecnológicas?

La tecnología se caracteriza por su inevitable crecimiento. Es difícil pensar en que la tecnología no va a seguir creciendo para el mundo de los adolescentes y por ello es importante prevenir el consumo obsesivo de ella únicamente se puede afrontar encontrando algún tipo de equilibrio. El principal objetivo por atacar, para solucionar este tipo de adicción es evitando que los más jóvenes utilicen la tecnología como un escape de los desafíos, las emociones y la socialización [7]. Algunas de las formas en las que se puede llegar a tener una relación saludable con la tecnología es aplicando algunas de las siguientes técnicas:

  • Proveer actividades de plenitud: esta técnica consiste en incentivar a los jóvenes a preferir actividades recreativas sobre algunas que involucren tecnología. Cada vez que un hijo, amigo, hermano esté a punto de jugar algún videojuego o utilizar un dispositivo electrónico, invitarlo a realizar alguna actividad que involucre su persona como salir a caminar, practicar algún deporte, etc.

  • Balancear la actividad y productividad con estrés sano: todo en la vida requiere energía y muy seguido sucede que los adolescentes sienten que tienen muy poca de ella para invertirla en algunas actividades [7]. Con la tutela de un adulto, los adolescentes pueden llegar a descubrir formas saludables para reponer esa energía. Esto puede ser una solución factible para el fácil alivio de estrés que provoca la adicción a la tecnología.

  • Fomentar el desarrollo de la identidad en el mundo real: gran parte de como se comporta un adolescente tiene que ver con la crianza de sus padres. Si estos últimos en vez de utilizar tecnología como herramienta de distracción en sus hijos, los incentivan a encontrar algo en lo que sean buenos y los motiven a que quieran hacerlo van a poder encontrar un escape sano de esta adicción. El mundo necesita cultivar más propósitos e identidades en los jóvenes dentro del círculo familiar e incluso en escuelas y comunidades.

Imagen 4: Publicidad en un bar que fomenta la comunicación entre personas dejando a un lado los dispositivos que se conectan a internet. El mensaje indica “No tenemos WiFi, hablen entre ustedes” Fuente: Rethinkya

Conclusiones

  • Se determinó que una adicción tecnológica puede ser igual o peor que la adicción a las drogas o al alcohol. La tecnología es una línea que tiende al infinito, nunca se sabe que puede venir después y como esta puede afectar a los que nos rodean. Lo importante de saber que la tecnología crece es que se debe aprovechar dándole un uso sano y controlado, ya sea por iniciativa propia o por el control de los padres (en caso de los adolescentes).

  • Se determinó los diferentes tipos de adicciones tecnológicas más comunes que existen. Estas, en su mayoría, se presentan de una forma inesperada entre todos aquellos usuarios que por primera vez experimentan el uso de la tecnología como un medio para satisfacer sus necesidades diarias. Es importante identificar cada una de ellas para poderlas tratar y reconocer que afectan indirectamente tanto nuestra actitud y comportamiento como nuestras relaciones interpersonales.

  • Se determinó que existen diferentes formas de tratar las adicciones tecnológicas y que estas no requieren cambios extremadamente pronunciados en nuestras actividades. Estos cambios únicamente dependen del rol que se esté empleando. Para los padres de familia que cuentan con hijos adolescentes, es importante incentivarlos a practicar actividades recreativas que los mantengan un poco alejados de la tecnología. Para los adultos, es necesario identificar los momentos en los que no se debería de hacer uso de tecnología para no afectar las actividades naturales como ser humano.

Referencias